La Inteligencia Artificial (IA) está transformando el entorno empresarial, afectando a los modelos de negocio y a las estructuras organizativas. Uno de los sectores más afectados por este cambio es el de los mandos intermedios, especialmente en áreas como recursos humanos (RRHH). Se estima que, en la próxima década, hasta un 80% de estos roles podrían desaparecer o verse profundamente modificados. Este fenómeno es consecuencia del avance de las tecnologías de IA, de las crecientes automatizaciones y de la presión por aumentar la eficiencia operativa en todas las áreas de las empresas.
El auge de la automatización y su impacto en los mandos intermedios.
Los avances en tecnologías de IA, tales como los algoritmos de machine learning, el procesamiento del lenguaje natural, y la automatización de procesos, están eliminando muchas de las tareas que tradicionalmente realizaban los mandos intermedios. Estos roles, encargados de gestionar y supervisar el trabajo de los empleados, así como de la toma de decisiones operativas diarias, están siendo suplantados por sistemas de IA que pueden analizar datos, tomar decisiones con mayor rapidez y precisión, y supervisar la ejecución de tareas sin la intervención humana.
Ejemplo práctico. Un ejemplo claro lo encontramos en los departamentos de RRHH que han implementado herramientas de IA para la selección de personal. Antes, los mandos intermedios dedicaban horas a revisar currículums, realizar entrevistas y gestionar evaluaciones de desempeño. Ahora, plataformas basadas en IA pueden analizar grandes cantidades de candidatos y predecir su idoneidad basándose en una serie de criterios objetivos, lo que reduce drásticamente el papel del reclutador intermedio. Estos sistemas aceleran el proceso, eliminan sesgos humanos, y aumentan la equidad en la toma de decisiones.
Mandos intermedios: el eslabón más débil en la jerarquía organizacional.
El impacto de la IA no será homogéneo en toda la estructura empresarial. Mientras que los puestos directivos, como CEOs y altos ejecutivos, mantendrán su relevancia por la toma de decisiones estratégicas y de liderazgo, los mandos intermedios se encuentran en una posición de riesgo. Estos empleados, que tradicionalmente se encargan de supervisar la operativa diaria, mediar entre los trabajadores y los altos ejecutivos, y gestionar conflictos, están viendo cómo sus funciones son absorbidas por la tecnología.
La capacidad de la IA para procesar grandes volúmenes de información en tiempo real permite que las decisiones operativas sean tomadas de manera más eficiente, sin necesidad de un intermediario humano. Además, las herramientas de gestión de personal basadas en IA pueden supervisar el rendimiento de los empleados, predecir problemas y proponer soluciones, todo sin la intervención de un supervisor humano.
Ejemplo práctico. En una empresa de fabricación, los sistemas de IA pueden analizar la producción en tiempo real, identificar cuellos de botella, asignar tareas de manera automática y optimizar el uso de recursos. Los mandos intermedios, que antes eran responsables de gestionar estos flujos de trabajo, ya no son necesarios, ya que la IA puede gestionar estas funciones de forma más eficiente y precisa.
La alternativa: reciclaje o extinción.
Ante este panorama, los mandos intermedios se enfrentan a dos posibles caminos: adaptarse y adquirir nuevas habilidades o verse desplazados del mercado laboral. El reentrenamiento, reciclaje o formación se presenta como una de las soluciones más viables, y muchas empresas ya están invirtiendo en programas de reskilling para que estos profesionales puedan desempeñar roles más estratégicos o técnicos.
En lugar de simplemente supervisar tareas, los mandos intermedios podrían enfocarse en la gestión de sistemas de IA, la interpretación de datos y la implementación de estrategias basadas en la inteligencia artificial. Los roles de «gerente de IA» o «supervisor de sistemas automatizados» están en auge, y las personas con experiencia en liderazgo y gestión tienen una oportunidad de reconvertirse y aportar valor a sus empresas desde una nueva perspectiva.
Ejemplo práctico. Algunas empresas están invirtiendo en programas de formación interna para convertir a algunos de sus mandos intermedios en expertos en el uso de IA. De esta manera, en lugar de ser reemplazados por la tecnología, estos profesionales pueden liderar la implementación y gestión de herramientas tecnológicas en sus respectivas áreas.
Las opciones de los mandos intermedios.
Es importante entender que la desaparición de los mandos intermedios no significa el fin del trabajo humano en su totalidad. Los operarios y empleados de base seguirán siendo necesarios para ejecutar tareas que aún requieren habilidades manuales o interpersonales. Sin embargo, el ecosistema empresarial sufrirá una transformación radical en términos de estructura. Las empresas estarán más planas, con menos capas de supervisión y una mayor confianza en los sistemas de IA para gestionar tanto el día a día como las decisiones estratégicas.
Para los directivos y CEOs, el reto será saber integrar esta tecnología de manera efectiva en sus operaciones, sin deshumanizar el ambiente laboral y asegurando que los trabajadores tengan oportunidades para desarrollarse y adaptarse.
Ejemplo práctico. Una cadena de supermercados que utiliza sistemas de IA para gestionar el inventario, la optimización de la cadena de suministro y el análisis de la demanda puede eliminar gran parte de los supervisores que gestionan estos aspectos. Sin embargo, los empleados de la zona de venta y almacén seguirán siendo necesarios para realizar funciones como la reposición de productos o la atención al cliente, aunque apoyados por sistemas de IA que les faciliten su labor.
Soluciones para no perjudicar a los mandos intermedios.
Para mitigar el impacto de la IA en los mandos intermedios y evitar su desaparición, es esencial que tanto las empresas como los propios profesionales adopten una mentalidad proactiva hacia la formación y el desarrollo de nuevas competencias. Uno de los pasos más importantes es invertir en programas de reskilling y upskilling, que permitan a los mandos intermedios adquirir habilidades relacionadas con la gestión de sistemas automatizados y la interpretación de datos. Al reorientar sus capacidades hacia áreas como el análisis de inteligencia artificial, la estrategia de negocio basada en datos y la supervisión de tecnologías emergentes, estos profesionales pueden convertirse en piezas clave para integrar la IA en los procesos corporativos. Las empresas deben fomentar esta transición a través de formación continua, reciclaje y planes de formación que premien el aprendizaje y la adaptabilidad tecnológica.
Además, la redefinición de roles es fundamental. Los mandos intermedios no tienen que desaparecer, sino que pueden adoptar nuevos puestos donde la IA sea una herramienta a su favor. Por ejemplo, muchos de ellos podrían desempeñar funciones más centradas en la gestión del cambio, el liderazgo de equipos con alta interacción tecnológica o la implementación de estrategias de IA. La clave estará en orientar a estos profesionales con tareas que requieran habilidades humanas de alto nivel, como la creatividad, la empatía y el pensamiento crítico, combinándolas con el aprovechamiento de las ventajas tecnológicas.