La Formación Bonificada, también conocida como Formación Programada, es un sistema gestionado a través de la Fundae (Fundación Estatal para la Formación en el Empleo) que permite a las empresas recuperar, parcial o totalmente, los costes de las actividades formativas mediante las cotizaciones a la Seguridad Social. Esto representa una gran ventaja al facilitar la formación continua sin generar un impacto económico significativo.
En el entorno actual, la demanda de formación en diversas áreas ha evolucionado significativamente. Es crucial identificar qué cursos están en auge y cuáles son las tendencias que las empresas están buscando. La facturación electrónica y la inteligencia artificial están en la cima de la lista de cursos más demandados. Estos temas son esenciales para las empresas que buscan mantenerse al día con la tecnología y protegerse contra las amenazas digitales. Además, el aprendizaje de idiomas, especialmente el inglés, sigue siendo una necesidad constante.
Microaprendizaje y digitalización.
Entre las tendencias emergentes en el campo de la formación bonificada, el microaprendizaje ocupa un lugar destacado. Este enfoque consiste en ofrecer contenidos en «píldoras» de aprendizaje que son breves, específicas y fáciles de digerir. Al adaptarse a los ritmos laborales y la disponibilidad de tiempo de los empleados, el microaprendizaje mejora notablemente la retención de información y fomenta el compromiso con la formación. Además, su formato modular permite a las empresas implementar programas personalizados que se alineen con las necesidades específicas de sus trabajadores.
Por otro lado, la digitalización o automatización de los procesos formativos ha revolucionado la manera en que se imparten y gestionan los cursos. Plataformas virtuales y herramientas tecnológicas permiten un acceso más flexible y eficiente a los contenidos, asegurando el cumplimiento de requisitos legales como la tutorización y la trazabilidad. Para las empresas, esto se traduce en un mayor control y en la posibilidad de integrar sistemas que faciliten la gestión administrativa y la evaluación de resultados.
Claves para una gestión eficiente de la Formación Bonificada.
El éxito de un programa de formación bonificada depende en gran medida de una gestión eficiente de los recursos y la documentación. Esto incluye que las empresas deben justificar los gastos relacionados con la formación, como honorarios de docentes, materiales didácticos, herramientas tecnológicas y alquiler de espacios. Todos estos costes deben cumplir con los criterios establecidos por la normativa para ser considerados bonificables.
Además, de una documentación justificativa, que es fundamental para mantener un registro ordenado de facturas, recibos y cualquier otro soporte que respalde los gastos. Los informes de seguimiento y evaluación también juegan un papel clave en la auditoría de la formación. Sin olvidar que las empresas deben estar al tanto de los cambios legislativos, como las nuevas sentencias del Tribunal Supremo o los procedimientos del SEPE, que pueden afectar la forma en que se gestionan las bonificaciones.
Explicar cómo se pueden bonificar la formación obligatoria y los cursos de PRL.
Los cursos obligatorios, como los relacionados con la prevención de riesgos laborales (PRL) o la capacitación en sectores específicos como construcción y metal, son una parte esencial de la oferta formativa. Aunque inicialmente pueden parecer un cumplimiento estrictamente legal, su correcta gestión puede generar beneficios para los trabajadores.
Es fundamental usar los criterios que indica Fundae, identificación de certificaciones relevantes para el sector, la colaboración activa con la representación legal de los trabajadores (RLT), la planificación de cursos que aporten un valor tangible tanto al negocio como al empleado, y las estrategias que permitan la normativa o sentencias actuales.
La IA y las habilidades blandas: más que una novedad.
La inteligencia artificial ha pasado de ser una novedad a un elemento fundamental en la formación empresarial. Aplicaciones en la gestión empresarial y telemarketing son cada vez más comunes, y se espera que esta tendencia continúe. La inteligencia artificial no solo mejora la eficiencia, sino que también ofrece nuevas oportunidades para optimizar procesos en diversas industrias.
Las habilidades blandas, como el liderazgo, la digitalización y el trabajo en equipo, están ganando relevancia. Las empresas están comenzando a priorizar estas competencias, entendiendo que un equipo bien capacitado en habilidades interpersonales puede ser más efectivo que uno con solo habilidades técnicas.
Por lo tanto, actualmente es esencial que las empresas se adapten a las nuevas tendencias en formación. Ofrecer cursos relevantes, centrarse en habilidades blandas y mantener una buena relación con los clientes son elementos clave para el éxito en el sector de la formación bonificada. La clave está en formar a los empleados de manera que se sientan valorados y motivados para permanecer y crecer dentro de la empresa. Además de usar a los profesionales de las entidades organizadoras para que realizar la gestión de la Formación Bonificada.