Tras el fuerte impacto que, en la economía española, supuso la pandemia del COVID-19 surgida en 2020 y que causó una caída del 10,8 % en el PIB nacional, la economía española cerró 2021 con un crecimiento significativo del PIB, un 5 % según las cifras avanzadas por el INE, y aunque se queda por debajo de los niveles previstos, supone el mayor aumento en las dos últimas décadas.
A pesar de un primer trimestre negativo, motivado por el impacto de las inclemencias meteorológicas y el aumento de las restricciones de la actividad y la movilidad para la contención de la tercera ola de la pandemia, el resto de trimestres experimentó variaciones positivas, especialmente en los correspondientes al segundo semestre del año, gracias a una mayor aportación de la demanda nacional y de la demanda externa, la reducción de la incertidumbre sanitaria, los elevados precios de la energía, las alteraciones observadas en las cadenas de suministro globales y las tensiones geopolíticas.
Por su parte el mercado laboral experimentó una recuperación por encima de las previsiones, la economía española recuperó el nivel de empleo que tenía antes de que comenzara la pandemia, en marzo de 2020, pero también respecto a 2019, año previo a la crisis sanitaria. El número de personas ocupadas, en el cuarto trimestre de 2021, ascendió a 20.184.900, tras haberse incrementado en el último año en 840.700, lo que constituye la mayor creación de empleo desde 2005, con un aumento superior al 4%, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
La población activa cerró el año con un aumento de 224.700 personas activas, un 0,97 % en valores porcentuales; la población parada se redujo en 615.900 personas y un descenso del número de hogares con todos los miembros en paro. La tasa de paro se redujo 2,8 puntos, hasta el 13,3 %, la más baja desde 2008. En el promedio anual la tasa de paro se situó en el 14,8 % frente al 15,5 % de 2020. El número de horas trabajadas aumentó, en términos anuales un 2,46 %, aunque si se compara con el último trimestre de 2019 se mantiene en un 3,80% inferior; en el caso de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo se incrementaron en un 6,4% respecto a 2020 superando a los valores del último trimestre de 2019.
La EPA también refleja que el incremento del empleo se concentró en el asalariado, tanto en el empleo público qué alcanzó valores superiores a los previos de la pandemia, como en el del empleo privado, aunque en este caso todavía en valores inferiores a los que presentaba en el cuarto trimestre de 2019. El empleo creció más entre las personas ocupadas con contrato indefinido, habiéndose registrado 425.000 personas empleadas más frente a un incremento de 307.700 entre quienes trabajaron bajo contrataciones temporales.
Por colectivos, el aumento del empleo afectó a ambos sexos, aunque en mayor medida entre las mujeres. Aumentó también con mayor intensidad entre las personas jóvenes menores de 30 años y de forma más moderada en los tramos de edades comprendidas entre 30 y 60 años. Por nivel educativo se aprecia una polarización, donde el incremento más notable se produce entre las personas con educación superior y también entre las personas sin estudios, descendiendo por el contrario entre las personas trabajadoras con estudios primarios.
El número de personas ocupadas subió el pasado año en todas las comunidades autónomas, a excepción de Ceuta. En términos absolutos, las comunidades donde más empleo se generó fueron Andalucía (166.800 ocupados más); Cataluña (157.600); Canarias (110.500) y la Comunidad de Madrid (108.100). Aunque en términos relativos los incrementos más relevantes se produjeron en Canarias, Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía.
Este comportamiento positivo también se refleja en los registros de personas trabajadoras afiliadas a la Seguridad Social. La afiliación media en diciembre de 2021 presentaba un incremento del 4,08 % respecto al mismo mes del año anterior, casi ochocientas mil personas afiliadas más. El número de personas trabajadoras protegidas por ERTE vinculados a la COVID, se había reducido a 102.548 personas en ese mismo mes, lo que supone un descenso de casi 520.000 personas trabajadoras respecto a quienes estaban en esa misma situación justo un año antes.
Por lo que se refiere al paro registrado en los Servicios Públicos de Empleo, ha descendido un 20,12 % respecto al último mes de 2020, lo que supone que a 31 de diciembre hubiera registradas 3.105.905 personas en paro. Los descensos más acusados se produjeron entre los hombres, y las personas jóvenes menores de 30 años. También disminuyó en todos los sectores económicos, especialmente en agricultura y servicios.
La población ocupada aumentó en todos los grupos ocupacionales, excepto en el de artesanos y trabajadores cualificados de las industrias manufactureras y la construcción. Los mayores incrementos se produjeron en los grupos ocupacionales de directores y gerentes, técnicos y profesionales científicos e intelectuales, técnicos y profesionales de apoyo y en el de ocupaciones elementales.
La distribución tanto de los contratos de trabajo como de las solicitudes de empleo se siguen concentrando en los grandes grupos de Ocupaciones elementales y de trabajadores de los servicios que engloban casi a dos tercios de ambos indicadores (63 % de los contratos y el de las ocupaciones solicitadas).