Tendencias clave en la formación corporativa: ¿Qué cursos no pueden faltar en tu catálogo?

Tendencias clave en la formación corporativa ¿Qué cursos no pueden faltar en tu catálogo

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En el contexto actual, la formación corporativa se ha convertido en un pilar estratégico para el cumplimiento normativo, la competitividad y la sostenibilidad de las organizaciones. La actualización constante de los catálogos formativos es imprescindible para responder a los retos legales, tecnológicos y sociales que afectan a todos los sectores productivos.

Cursos imprescindibles a considerar en tu catálogo de formación.

En primer lugar, nos encontramos con los cursos que deben constar en tu catálogo, sin importar el sector al que pertenezcas. A continuación, detallamos cuáles son:

Formación en Prevención de Riesgos Laborales: una obligación transversal.

La Prevención de Riesgos Laborales (PRL) es un requisito legal y ético en cualquier sector. Además, los cursos de PRL deben adaptarse a las características de cada actividad: construcción, hostelería, agricultura, transporte, entre otros. No solo se trata de la formación básica, sino también de módulos específicos para trabajos especiales, como manejo de maquinaria, primeros auxilios y medidas de emergencia. Esta formación protege la salud de los empleados y reduce la siniestralidad, mejorando la productividad y el clima laboral.

Protección de datos personales y ciberseguridad: el nuevo estándar.

La Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales y su desarrollo normativo establecen la obligación de formar a todos los trabajadores en materia de seguridad y salud. Esta formación debe ser específica para cada puesto, adecuada a los riesgos identificados y actualizada periódicamente.

  • Formación básica y específica.

No basta con una formación genérica. Cada sector y cada puesto tienen riesgos propios: caídas en altura en la construcción, cortes y quemaduras en hostelería, intoxicaciones en agricultura, accidentes de tráfico en transporte, etc. Por ello, los cursos de PRL deben adaptarse a las características de cada actividad y actualizarse ante cualquier cambio en los procedimientos o equipos.

  • Trabajos especiales: formación avanzada y obligatoria.

Cada sector tiene riesgos y normativas específicas. Por ejemplo, en la construcción, la formación debe ajustarse al Convenio General del Sector de la Construcción (CGSC), que exige cursos de 8, 20 o 60 horas según el puesto. En hostelería, la formación se centra en riesgos de cocina, sala y limpieza. En transporte, los riesgos viales y la manipulación de cargas son prioritarios. Y además en todos es recomendable ofrecer el curso de primeros auxilios y emergencias.

Igualdad, prevención del acoso y diversidad: compromiso y cumplimiento.

La igualdad y la prevención del acoso laboral y sexual son obligaciones legales reforzadas por la Ley Orgánica 3/2007, la Ley Orgánica 10/2022 y la Ley 4/2023. Es decir, han pasado de ser una recomendación a una exigencia legal, y las empresas con más de 50 trabajadores deben contar con un plan de igualdad y formar a su plantilla en estas materias.

  • Cursos de igualdad y prevención del acoso.

Estos cursos abordan: conceptos de igualdad de género y diversidad, prevención y actuación ante el acoso sexual y por razón de sexo, igualdad retributiva y conciliación, procedimientos internos de denuncia y protección de víctimas, etc.  Además, la formación debe ser periódica y adaptada a la realidad de la empresa.

  • Formación LGTBIQ+ y gestión de la diversidad.

Las empresas deben sensibilizar a su plantilla sobre los derechos del colectivo LGTBIQ+ y promover entornos inclusivos. La gestión de la diversidad es un valor añadido que mejora el clima laboral y la imagen corporativa.

  • Planes de igualdad y comisiones negociadoras.

Los responsables de recursos humanos y las comisiones negociadoras deben recibir formación específica para diseñar, implementar y evaluar los planes de igualdad, asegurando el cumplimiento de la normativa y la eficacia de las medidas adoptadas.

Seguridad alimentaria y manipulación de alimentos: clave en hostelería y sanidad.

Para empresas que manipulan alimentos, como hostelería y centros asistenciales, son obligatorios los cursos de manipulador de alimentos, gestión de intolerancias alimentarias y Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC). Estas formaciones garantizan la inocuidad de los alimentos y la salud de los consumidores, además de ser requisitos legales para la actividad.

  • Curso de manipulador de alimentos: Obligatorio para todo el personal que manipule alimentos, cubre la higiene personal y del entorno, la conservación y almacenamiento seguro de los alimentos, la prevención de contaminaciones cruzadas, el control de temperaturas y caducidades, etc.
  • APPCC y gestión de alérgenos:El Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC) es obligatorio para empresas alimentarias. La formación en APPCC permite identificar y controlar los riesgos en la cadena alimentaria.
    Además, la gestión de alérgenos, regulada por el Reglamento (UE) 1169/2011 y el RD 126/2015, exige que el personal sepa identificar ingredientes peligrosos, manipularlos correctamente e informar a los clientes.
  • Seguridad alimentaria sectorial: En sanidad y asistencia sociosanitaria, la formación incluye además la prevención de infecciones, la manipulación de dietas especiales y la gestión de residuos alimentarios.

Formación sectorial: adaptando la capacitación a cada industria.

Además de los cursos mencionados anteriormente, cada sector tiene necesidades formativas específicas:

  • Agrario: Seguridad alimentaria, trazabilidad, manipulación segura de productos fitosanitarios, etc.
  • Hostelería y turismo: Registro de viajeros, conservación de datos, mantenimiento de piscinas, socorrismo acuático, higiene y seguridad, etc.
  • Transporte: Mercancías peligrosas (ADR), Certificado de Aptitud Profesional (CAP), bienestar animal en el transporte, etc.
  • Construcción: Operadores de equipos manuales, mantenimiento de maquinaria y vehículos, etc.

La formación sectorial asegura el cumplimiento de la normativa específica y la excelencia operativa.

Competencias digitales y herramientas competitivas.

La digitalización exige que los empleados dominen herramientas y competencias digitales. Y, a pesar de que estos cursos no son obligatorios, son bastante demandados. Entre ellos podemos encontrar:

  • Facturación electrónica y gestión documental digital: Este tipo de cursos permite, entre otros, automatizar procesos que, de otro modo, serían manuales y lentos. Por ejemplo, el procesamiento de facturas electrónicas elimina los retrasos del correo físico, acelera los ciclos de pago y mejora el flujo de caja. Esto se traduce en un importante ahorro de tiempo y recurso
  • Marketing digital y uso de redes sociales: Como sabemos, las redes sociales son hoy en día uno de los principales canales de interacción entre empresas y clientes. Éstas impactan directamente en la visibilidad, competitividad y crecimiento de cualquier negocio. Además, los cursos de marketing digital permiten comprender los nuevos hábitos de la sociedad, en la que los usuarios buscan información, comparan y compran a través de Internet y redes sociales. Por esa razón es importante aprender a identificar tendencias y adaptar la estrategia de la empresa a las expectativas actuales de los consumidores.
  • Inglés técnico y atención multilingüe: En esta era globalizada en la que vivimos, dominar el inglés técnico posiciona a los profesionales como expertos en su campo, facilita el acceso a mejores empleos y permite trabajar para empresas extranjeras, incluso de forma remota. Además, ofrecer atención al cliente en varios idiomas, especialmente en inglés, genera una experiencia más integradora y satisfactoria para los clientes internacionales. Superar barreras lingüísticas y acceder a nuevos mercados, hace que se amplíe la base de clientes y aumente la competitividad.
  • Gestión de plataformas de reservas y CRM: Si se centraliza la información, las empresas pueden segmentar a sus clientes y personalizar ofertas, promociones y servicios, adaptando la experiencia a los gustos y necesidades de cada usuario. Estas herramientas permiten automatizar tareas repetitivas como confirmaciones de reserva, recordatorios, encuestas de satisfacción o gestión de cancelaciones. Además, las plataformas de reservas y los CRM modernos pueden integrarse con otros sistemas (pagos, marketing, PMS, etc.), creando flujos de trabajo eficientes y escalables.
  • Ciberseguridad básica para empleados: Realizar este tipo de cursos es crucial en el entorno digital actual, donde los ciberataques son cada vez más frecuentes y sofisticados. Es una inversión estratégica que reduce riesgos, protege los datos, fortalece la reputación, ahorra costes y crea una cultura de seguridad imprescindible para la supervivencia y el éxito de cualquier empresa.

Estas competencias mejoran la eficiencia, la comunicación y la capacidad de adaptación a los cambios tecnológicos.

En resumen:

La formación obligatoria en las empresas no solo es un requisito legal, sino una inversión estratégica para garantizar la seguridad, la calidad y la competitividad. Cada sector presenta necesidades formativas específicas que deben ser abordadas con programas adaptados y actualizados.

Desde la agricultura hasta el transporte, pasando por la hostelería, la construcción o la asistencia sociosanitaria, la formación es la herramienta que permite a las empresas cumplir con la normativa, proteger a sus trabajadores y ofrecer un servicio de excelencia.

La clave está en planificar y ejecutar planes formativos integrales, que contemplen tanto la formación básica transversal como la especializada sectorial, garantizando así el éxito en un entorno empresarial cada vez más exigente.