Formación Bonificada. Retos y perspectivas

Formación Bonificada. Retos y perspectivas

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La Ley 30/2015 y el Real Decreto 694/2017 son las bases que regulan la formación bonificada en España. Estas normativas buscan garantizar que las acciones formativas sean financiadas de manera adecuada y respeten los derechos laborales de los trabajadores. Sin embargo, también establecen requisitos estrictos, como:

  • Justificar la realización y la utilidad de los cursos.
  • Mantener registros precisos de asistencia y actividad.
  • Respetar los periodos de descanso establecidos por ley.

En los últimos años, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) ha intensificado su control sobre la formación bonificada, poniendo especial atención en El cumplimiento de las jornadas laborales. Esta mayor fiscalización plantea un desafío para las empresas, que deben adaptarse a estas exigencias sin limitar el acceso de sus empleados a programas de desarrollo profesional.

Límites horarios: Trabajo y Formación.

Un aspecto relevante es el control del tiempo que los empleados dedican a la formación y al trabajo. La ITSS ha detectado casos donde los empleados acumulan jornadas de hasta 12 horas continuadas entre trabajo y aprendizaje:

  • Problemas comunes:
    • Cursos que se realizan inmediatamente después de la jornada laboral.
    • Actividades formativas programadas en fines de semana o días de descanso.
  • Posición de la ITSS: Considera que las horas dedicadas a la formación deben tratarse como tiempo de trabajo efectivo, lo que implica cumplir con los mismos límites horarios. O en todo caso, cumplir con el porcentaje de cofinanciación no dineraria.
  • Nuestra visión: La formación es cualitativamente distinta al trabajo productivo. Aunque es vital respetar los periodos de descanso, también es fundamental promover la capacitación profesional de manera flexible y razonable.

Por ello, se debe diseñar planes formativos que respeten los descansos obligatorios y permitan a los empleados acceder a la formación sin sobrecargar sus horarios.

Formación obligatoria para las empresas.

Es un tema controvertido, pero la Formación obligatorio sí se puede bonificar, por ejemplo los cursos de Manipulador Alimentos, Primeros Auxilios, Prevención de Riesgos Laborales (PRL), etc. La PRL cumple con la normativa de seguridad, y también mejora las competencias del trabajador, aumenta su empleabilidad y aporta valor a la empresa. La formación obligatoria es bonificable si se demuestra que contribuye al desarrollo profesional del empleado.

La formación obligatoria es esencial para garantizar que los trabajadores estén preparados para afrontar los riesgos y responsabilidades asociados a su puesto de trabajo. Desde la manipulación segura de alimentos hasta la capacitación en primeros auxilios, estas formaciones tienen un impacto directo en la seguridad y eficiencia del entorno laboral.

Aunque muchas empresas consideran que la formación obligatoria es un gasto necesario para cumplir con las normativas, pocos conocen que esta puede ser bonificada si cumple ciertos criterios. Según la normativa vigente, estas formaciones son bonificables siempre y cuando se demuestre su impacto positivo en la cualificación del trabajador. Por ejemplo, un curso de PRL no solo capacita al empleado en temas de seguridad, sino que también contribuye a desarrollar una cultura de prevención dentro de la organización, algo que tiene un impacto significativo en su desempeño y compromiso.

Casos prácticos de Formación Bonificable

A continuación, presentamos algunos ejemplos comunes de formación obligatoria que pueden ser bonificables si se gestionan correctamente:

  1. Manipulador de Alimentos: Este curso es indispensable para quienes trabajan en la industria alimentaria. Además de garantizar el cumplimiento normativo, mejora las competencias técnicas de los empleados y reduce riesgos sanitarios.
  2. Prevención de Riesgos Laborales (PRL): Aplicable en todos los sectores, este curso no solo protege la salud y seguridad de los trabajadores, sino que también fomenta una mayor conciencia sobre los riesgos laborales.
  3. Primeros Auxilios: Este tipo de formación, común en sectores como la construcción o la educación, aporta conocimientos prácticos y esenciales que pueden salvar vidas y minimizar los tiempos de respuesta ante emergencias.
  4. Gestíon de Residuos Peligrosos: En sectores industriales y de manufactura, este tipo de capacitación asegura el manejo adecuado de materiales peligrosos, previniendo daños ambientales y legales.

AENOA ORGANIZA EL 30 Y 31 DE ENERO UN CURSO SOBRE BONIFICACIÓN DE LOS CURSOS DE PRL.