Introducción
La Formación Bonificada o Programada por las empresas, y gestionada por FUNDAE, es una herramienta estratégica que permite a las empresas mejorar las competencias de su plantilla sin un desembolso económico adicional. La Formación Bonificada es un sistema de financiación que permite a las empresas invertir en cursos para sus trabajadores, utilizando los créditos generados por las cotizaciones a la Seguridad Social. Es decir, las empresas pueden bonificar o recuperar los gastos destinados a la formación de su personal, deduciéndolos de sus cuotas a la Seguridad Social (seguros sociales).
Para acceder a la formación bonificada, las empresas deben seguir un proceso que incluye la detección de necesidades formativas, selección de cursos, gestión de la bonificación, impartición de la formación y aplicación de la bonificación en los seguros sociales. Es importante que las empresas cumplan con ciertos requisitos, como estar al corriente de pagos con la Seguridad Social y la Agencia Tributaria, informar a los representantes de los trabajadores (RLT) y justificar los costes de la formación. Al aprovechar esta oportunidad, las empresas aumentan su competitividad y productividad, y también demuestran su compromiso con el desarrollo profesional de sus empleados.
Beneficios de la Formación Bonificada
De un modo general, podemos indicar algunos beneficios o ventajas de la Formación Programada o Bonificada:
- Mejora de la competencia profesional: Al adquirir nuevas habilidades y conocimientos, los empleados están mejor preparados para afrontar los cambios.
- Adaptación al cambio: La formación continua permite a las empresas mantenerse actualizadas en las últimas tendencias y tecnologías.
- Optimización de recursos: Al aprovechar los créditos de formación, las empresas pueden mejorar las competencias de sus empleados sin necesidad de destinar recursos adicionales de su presupuesto.
- Mejora de la imagen corporativa: Las empresas que invierten en formación proyectan una imagen de innovación y compromiso con la calidad, lo que puede atraer a nuevos clientes y colaboradores (prescriptores).
¿Cómo funciona la Formación Bonificada?
- Detección de necesidades: La empresa identifica las áreas en las que sus empleados requieren formación para mejorar su trabajo..
- Diseño del plan formativo: Se elabora un plan de formación que incluya los objetivos, contenidos y metodología de cada curso.
- Selección de proveedores: Se seleccionan los proveedores de formación que cumplan con los requisitos establecidos por FUNDAE y que ofrezcan las mejores opciones para cubrir las necesidades detectadas.
- Comunicación a los trabajadores: Se informa a los trabajadores (RLT) sobre el plan de formación y se obtiene su consentimiento.
- Se realiza la formación en la modalidad deseada: presencial, online, mixta, o incluso aula virtual.
- Solicitud de Bonificación: Se bonifica en los seguros sociales.
Requisitos y obligaciones
Para poder beneficiarse de la Formación Bonificada, las empresas deben cumplir con una serie de requisitos, entre los que destacan:
- Estar al corriente de pago con la Seguridad Social y Agencia Tributaria.
- Informar a los representantes de los trabajadores sobre el plan de formación (RLT).
- Justificar los gastos realizados en formación.
La Formación Bonificada es una herramienta estratégica que permite a las empresas invertir en el desarrollo de sus empleados de forma eficiente y rentable. Al aprovechar esta oportunidad, las empresas pueden mejorar su competitividad, aumentar su productividad y fortalecer su posición en el mercado.
El aprovechamiento de la formación bonificada en otoño es una excelente oportunidad tanto para empresas como para empleados. Esta época es idónea, ya que muchas empresas buscan cerrar el año con mejoras en la capacitación de su personal, especialmente antes de la llegada de la planificación anual del siguiente ejercicio. A continuación, te detallo estrategias tanto para captar empresas como para motivar a los alumnos a inscribirse en los cursos de Fundae:
Como estrategias, proponemos enfatizar el ahorro económico, es decir, se comunica de forma clara el impacto económico positivo de la formación bonificada. Se explica cómo las empresas pueden aprovechar la bonificación de la Seguridad Social para reducir costes formativos, lo cual es un incentivo significativo, especialmente para las pymes. También se elabora propuestas de formación personalizadas para cada empresa, basándote en sus necesidades y desafíos específicos. Un análisis detallado del sector y de las competencias que requieren sus empleados ayudará a posicionar tu oferta formativa como una solución concreta.
Por otro lado, vender casos de éxito, comunicar alianzas estratégicas, y realizar un asesoramiento integral que no solo incluya la formación, sino también el asesoramiento en la gestión administrativa ante Fundae. Muchas empresas desconocen los trámites o temen la complejidad burocrática. También es importante comunicar a los empleados cómo la formación puede mejorar sus competencias, haciéndolos más valiosos dentro de su empresa y aumentando sus oportunidades de desarrollo profesional. El refuerzo de habilidades clave puede traducirse en promociones o nuevos roles dentro de la organización.
