Los motivos del cambio del actual sistema de formación continua
En los próximos meses está previsto un cambio radical del modelo de formación continua, basado probablemente en un nuevo sistema de formación profesional para el empleo. Los motivos de este cambio son muchos y significativos:
-La normativa actual no permite que el trabajador reciba una formación acreditada, ni los conocimientos y prácticas adecuados a las competencias profesionales requeridas en el mercado de trabajo o las necesidades de la empresa.
-Poco protagonismo de las empresas y de los centros de formación privados acreditados, que sin embargo sí están perfectamente capacitados para diseñar, gestionar e impartir los cursos de formación.
-Los aspectos formativos señalados en la Reforma Laboral no han dado resultados. No funciona el cheque formación, ni la cuenta de formación, ni la participación de los centros privados acreditados, ni las 20 horas anuales de formación obligatoria, ni el registro de centros, etc.
-La estructura de formación está basado en un complicado modelo donde participa el SEPE, la Seguridad Social, la Fundación Tripartita, sindicatos, patronales y las Comunidades Autónomas.
-La competitividad de las empresas no puede basarse sólo en costes laborales, son necesarias políticas activas y formación. Además, de la alta cifras de desempleo, en especial el elevadísimo índice de parados entre los jóvenes, aunque la UE ha puesto 1.800 millones para desarrollar la llamada «garantía juvenil».
-La CEOE defiende que la Fundación Tripartita desaparezca y que se dé a las empresas un ‘cheque-formación’ para que decidan individualmente cómo gastar el dinero destinado a este fin.
-De las cuotas de formación profesional que pagan las empresas y trabajadores, se detrae una parte importante para financiar los cursos de desempleados y los programas públicos de empleo y formación, cuando esta cantidad debe ser aportada por la Administración vía impuestos, no cuotas de formación.
-El presupuesto supera los 2.000 millones de euros, procedentes en su grueso de la cuota de formación del conjunto de las cotizaciones a la Seguridad Social, pero con una eficacia mejorable.