En una economía actual el capital humano es un factor clave para poder competir, por ello, la formación constituye un objetivo estratégico para aumentar la productividad y competitividad de las empresas, y potenciar la empleabilidad en función de las necesidades del mercado laboral. La Constitución indica que se debe buscar el desarrollo de programas y medidas tendentes a la consecución del pleno empleo, así como a la calidad en el empleo, a la adecuación cuantitativa y cualitativa de la oferta y demanda de empleo, a la reducción de las situaciones de desempleo y a la debida protección de las situaciones de desempleo.