La Formación en España está en constante crecimiento, tanto en el apartado de Continua para los empleados, como en el ámbito de la Formación Profesional. En la Formación Continua el mayor éxito se produce en las Bonificaciones o Formación Programada. Respecto a la Formación Profesional para jóvenes también se ha dado un gran aumento como indica el Ministerio, en torno al 29% en los últimos 5 años.
También se imponen los convenios de colaboración con universidades, donde los jóvenes realizan prácticas, curriculares o extracurriculares, y mucho se quedan en la propia empresa. O los cursos básico de los trabajadores, ya sean Formación de acogida, cursos de Primeros Auxilios, manipulador de alimentos, …, que se imparte a todos los empleados y se desarrolla en función de su puesto de trabajo, ante la aparición de posibles riesgos y actuación en situaciones de emergencia.
Por otro lado, se imponen también la formación en los procedimientos y organización, dirigidas a las nuevas incorporaciones para que conozcan los procedimientos internos de la empresa y formación interna para el mejor conocimiento de los programas de gestión y los procesos propios en general. O las formación de liderazgo para el desarrollo de las competencias soft, como las competencias sociales, actitudes y cualidades que permiten a las personas desempeñarse bien en su entorno.
Las empresas necesitan mantenerse actualizadas e invertir en la formación de su plantilla, por ejemplo con el idioma Inglés, que continúa siendo el idioma de los negocios. Por ello, muchas empresas aprovechan los créditos de formación de Fundae para actualizar sus conocimientos y potenciar las habilidades de sus equipos.
Las empresas tienen un crédito máximo para bonificar su formación con Fundae en función del volumen de su plantilla, del tipo de acción formativa que quieran, del número de horas y de las personas que vayan a participar en el grupo formativo. Estos créditos se calculan a partir de las aportaciones mensuales a la Seguridad Social de cada empresa y empleado.
Las empresas que tengan programas de formación obtienen numerosos beneficios, no solo a nivel de retención del talento, sino también en términos de productividad. Existe una tendencia cambiante en las prioridades de los empleados en cuanto a las condiciones de trabajo, ya que ahora el aspecto salarial ya no es el único factor motivador a la hora de optar por una empresa en la que trabajar, también influyen la cultura de la empresa y las posibilidades de promoción y formación.
El aprendizaje continuo aumenta el nivel de satisfacción, ya que indica que la empresa posiciona el bienestar de sus profesionales en el centro de sus prioridades. Esto genera mayor confianza en la propia entidad y promueve el sentimiento de pertenencia a la empresa, lo cual repercute directamente en la retención del talento.
Los expertos indican que el futuro del trabajo pasa por la adopción de la tecnología y los modelos híbridos, como la inteligencia artificial, la robótica y otras innovaciones que están cambiando el mercado laboral. Las empresas y los profesionales necesitan habilidades digitales para aprovechar las oportunidades.
