La formación continua de los empleados es importante para el desarrollo de las empresas. En España las empresas pueden aprovechar la formación bonificada o programada, gestionada a través de sistemas como FUNDAE (Fundación Estatal para la Formación en el Empleo), para optimizar costes y recursos. A continuación, exploramos las características de la metodología ideal para la formación de empleados, considerando su efectividad y compatibilidad con la formación bonificada.
Enfoque en la formación blended learning: combinando lo presencial y lo online.
La metodología blended learning (aprendizaje mixto) es una de las más efectivas para empleados. Este enfoque combina sesiones presenciales con formación online, ofreciendo flexibilidad y maximizando el aprendizaje. Entre sus ventajas se encuentran:
- Flexibilidad horaria: Los empleados pueden acceder a contenidos online en el momento que mejor se adapte a sus horarios, lo que es esencial para profesionales con agendas apretadas.
- Interacción y práctica: Las sesiones presenciales permiten dinámicas grupales, resolución de casos prácticos y feedback directo de formadores, fomentando habilidades blandas y técnicas.
- Personalización: Las plataformas digitales permiten adaptar los contenidos a las necesidades específicas de cada empleado o departamento, con seguimiento individualizado del progreso.
Compatibilidad con formación bonificada: Los cursos blended learning son ideales para la formación programada, ya que cumplen con los requisitos de FUNDAE, que exige un mínimo de sesiones presenciales o tutorías para garantizar la calidad del aprendizaje. Las empresas pueden bonificar tanto los costes de las sesiones presenciales como los de las plataformas e-learning.
Formación práctica y orientada a resultados.
La metodología debe priorizar un enfoque práctico y centrado en las competencias que los empleados necesitan en su día a día. Esto incluye:
- Aprendizaje basado en proyectos: Los empleados trabajan en proyectos reales o simulados que reflejan los desafíos de su puesto, lo que mejora la aplicabilidad de los conocimientos.
- Casos prácticos y role-playing: Estas dinámicas fomentan la resolución de problemas, la toma de decisiones y el desarrollo de habilidades interpersonales, especialmente para mandos intermedios.
- Microlearning: Lecciones cortas y enfocadas (de 5 a 15 minutos) que permiten a los empleados aprender de manera progresiva sin interrumpir sus responsabilidades laborales.
Compatibilidad con formación bonificada: Los programas prácticos, al estar diseñados para generar un impacto directo en el desempeño laboral, son bien valorados por FUNDAE, ya que se alinean con el objetivo de mejorar la productividad y competitividad de la empresa.
Uso de plataformas digitales y gamificación.
Las plataformas de formación online son esenciales para gestionar cursos a gran escala. Estas herramientas no solo permiten la distribución de contenidos, sino también el seguimiento del progreso, la evaluación de competencias y la generación de informes para justificar la formación bonificada. Además, incorporar gamificación (juegos, retos, rankings, insignias) aumenta la motivación y el compromiso de los empleados, haciendo que el aprendizaje sea más atractivo.
Ventajas:
- Facilidad para escalar la formación a diferentes departamentos o sedes de la empresa.
- Posibilidad de integrar inteligencia artificial para personalizar itinerarios formativos.
- Generación de datos para medir el impacto de la formación en el rendimiento.
Compatibilidad con formación bonificada: Las plataformas digitales cumplen con los requisitos de trazabilidad de FUNDAE, ya que registran el tiempo de conexión, las actividades realizadas y los resultados de las evaluaciones.
Formación modular y flexible.
Los cursos deben estructurarse en módulos que permitan a los empleados avanzar a su propio ritmo. Esta metodología es especialmente útil para grandes empresas con empleados en diferentes roles o niveles de experiencia. Cada módulo puede centrarse en una competencia específica (por ejemplo, liderazgo, gestión del tiempo, o herramientas digitales), y los empleados pueden completar solo los módulos relevantes para su puesto.
Ventajas:
- Reducción del tiempo de formación al evitar contenidos innecesarios.
- Mayor adaptabilidad a las necesidades de cada departamento o empleado.
- Facilidad para actualizar contenidos en función de las tendencias del mercado.
Los cursos modulares son fáciles de justificar ante FUNDAE, ya que se pueden vincular directamente a las necesidades formativas de la empresa, documentadas en el plan de formación.
Formación asociada a los objetivos estratégicos de la empresa.
La metodología debe diseñarse en función de las necesidades estratégicas de la empresa. Antes de implementar un curso, es fundamental realizar un análisis de necesidades formativas para identificar las carencias de competencias en los equipos. Por ejemplo:
- Para mandos intermedios: Cursos de liderazgo, resolución de conflictos o gestión de equipos.
- Para empleados técnicos: Formación en nuevas tecnologías o procesos específicos.
La metodología ideal para la formación de empleados en grandes empresas combina blended learning, un enfoque práctico, plataformas digitales con gamificación, modularidad, evaluación continua y alineación con los objetivos estratégicos. Esta combinación no solo garantiza un aprendizaje efectivo y motivador, sino que también se adapta perfectamente a los requisitos de la formación bonificada o programada